Aunque el miedo al dentista es un tropo común en la cultura pop, es un fenómeno genuino para muchos pacientes. De hecho, entre 9% y 20% de los estadounidenses evitan ir al dentista por ansiedad o miedo. Estas estadísticas son preocupantes porque indican que muchas personas agravan problemas como las enfermedades de las encías y las caries retrasando o evitando las citas. Cuando los pacientes reúnen el valor para acudir a una cita pendiente, sus tratamientos pueden ser más extensos e invasivos, perpetuando la fobia y continuando el ciclo negativo del miedo. Desde la perspectiva de un empresario, perder pacientes a causa del miedo y la ansiedad también significa que está obstaculizando el crecimiento de su consulta. Lea a continuación algunos consejos sobre cómo aliviar la ansiedad dental para atraer a más pacientes y retener a los que ya tiene.

1. Practique la escucha activa y la comunicación abierta. El miedo suele provenir de lo desconocido. Escuchar atentamente a sus pacientes y prestarles toda su atención puede facilitarles cualquier tratamiento que se vaya a realizar ese día. Pregúnteles por sus temores y responda específicamente a sus preguntas. Cuando un paciente está bien informado, se siente más en control. También es una buena idea guiar a los pacientes paso a paso, para que no se sorprendan ni se asusten durante el procedimiento y sepan en todo momento qué va a ocurrir a continuación.

2. Fomente la respiración profunda. La respiración profunda puede reducir el estrés y calmar a los pacientes. A menudo parte de las prácticas de meditación, la respiración profunda puede activar el sistema nervioso parasimpático, reducir la frecuencia cardíaca del paciente y permitirle inhalar más oxígeno.

3. Ofrezca distracciones. Ya sea a través de una pantalla de televisión, de una conversación alegre y fuera de tema, o de unos auriculares con música o un podcast, a algunos pacientes les va mejor cuando su mente está ocupada con algo que no sea su trabajo dental. También ayuda establecer una conexión personal.

4. Cultive un ambiente relajante y confortable. A veces, los pequeños detalles pueden hacer mucho. ¿Son cómodos los sillones del quirófano? ¿Hay música en la consulta o los pacientes sólo oyen el zumbido de las "temibles" herramientas dentales? ¿La decoración es actual y agradable? ¿Ofrece al paciente una manta caliente si hace frío en la consulta? Los pequeños gestos que mejoran la experiencia del paciente pueden contribuir en gran medida a su comodidad.

5. Dar a conocer las opciones de sedación. Algunos pacientes con ansiedad grave necesitarán medidas adicionales para calmarlos pase lo que pase. Asegúrese de que los pacientes son conscientes de sus opciones mediante el marketing y la publicidad.

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